jueves, 15 de octubre de 2015

Crónica: Ava Dellaira en Argentina



En entrevista abierta con sus fans, la escritora estadounidense Ava Dellaira, dio detalles sobre la película que se basará en su libro Cartas de amor a los muertos y la nueva novela que está escribiendo llamada 17 años. El evento fue organizado por la Embajada de Estados Unidos y la editorial V&R en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) con más de 100 personas.


“¡Es ella!, ¡Es ella!”, murmuraron un grupo de chicas en la fila cuando llegó al Museo una mujer que vestía una pollera y saco lila, lisos, con guantes blancos que combinaban con su boina. Sin embargo, aquellas chicas estaban equivocadas porque esa mujer no era Ava Dellaira. Más tarde, durante el evento, se darían cuenta que se trataba de Carol Darr, una de las representantes de la embajada de Estados Unidos que junto con la editorial V&R organizaron el evento. Ava se encontraba esperándolas dentro del Museo junto con dos de sus fans, quienes fueron los que se encargaron de realizarle la entrevista.

La fila para ingresar a ver a la escritora era extensa y estaba compuesta exclusivamente por jóvenes. Algunos sentados en el piso, sacaban libros y leían mientras esperaban. Otros también llevaban libros, pero con el título de Cartas de amor a los muertos, con la esperanza de ser firmados por quien los escribió. Estos estaban acomodados bajo el brazo de algunos o en las manos de otros, junto con lapiceras y celulares que antes de ingresar ya sacaban algunas selfies a sus dueños con cabellos de colores. Al ingresar, los esperaban unos auriculares de traducción para aquellos que no entendían inglés.  Ava, que nació en Los Angeles, no habla ni entiende español, por lo que también utilizó esos traductores para entender las preguntas de los entrevistadores: Maca y Leo, dos jóvenes blogueros fanáticos de la escritora.

Las primeras preguntas hacia Ava fueron en español: “¿Cómo fue que empezaste a escribir?”, “¿Cómo llegó la escritura a tu vida?”. Sin problemas, al escuchar la traducción, la escritora respondió con mucha amabilidad y alegría. Su sonrisa estuvo presente en toda la charla, incluso cuando su traductor dejó de funcionar. Entre bromas y disculpas, avisó al público que no entendía muy bien lo que le estaban preguntando, por lo que Maca y Leo tuvieron que hacer nuevamente sus preguntas en inglés.

“Muchos de los personajes y de la historia surgen de mis recuerdos”, confesó Ava acerca de su libro, que fue vendido tanto en Argentina como en el resto de Latinoamérica de forma exitosa, a tal punto que desde el estudio cinematográfico Fox la contrataron para que sea la guionista de la película que estará basada en Cartas de amor a los muertos. Luego de escribir tres versiones del guión. Ava adelantó que está finalizado y que ya están buscando a los actores que interpretaran a los personajes: “La verdad ha sido un proceso interesante y emocionante” agregó al final de la respuesta.

Por otro lado, le preguntaron acerca de su nuevo libro en el cual ya se encuentra trabajando:

-¿Y con respecto a tu segunda novela?-  Preguntó Leo mirando al público en busca de complicidad. –Sabemos que tenes algo entre manos.

-¡Sí! Me llevo un tiempo después de terminar éste, saber qué era lo que quería contar en una nueva novela. Se llama 17 años o por lo menos es el nombre que estoy pensando ahora pero puede cambiar. Trata de una madre y una hija donde ambas tienen 17, entonces el libro va y viene en el tiempo.

A pesar de que la traducción llegaba un poco tarde, los jóvenes se reían en el momento exacto en que Ava contaba un chiste o aplaudían si ella recordaba algo conmovedor: “Estar con ustedes, escuchar sus historias y recibir su amor va más allá de un sueño hecho realidad”, confesó sonriendo al final del evento. Muchos de sus lectores hablaban inglés y lo demostraron en la ronda de preguntas, donde le tocaba al público preguntarle cosas a la escritora.

Además de la visita al Malba, en su paso por la Argentina, que transcurrió entre el 3 y el 6 de octubre, Ava estuvo firmando libros en Cuspide, una librería de la Ciudad de Buenos Aires, y dictó una clase para jóvenes escritores en la Embajada de los Estados Unidos que se encuentra en este país. En todos sus encuentros fue vestida de manera informal, con vestidos largos y coloridos. Quizás, en los otros dos eventos, no la hayan confundido con Carol.


martes, 6 de octubre de 2015

Un libro es un mundo aparte (poema)



Hola! ¿Cómo están? Les cuento que en esta oportunidad les traigo un poema que me realizaron los chicos de Deliberydepoesia (pueden buscarlos asi en Facebook), en el séptimo festival internacional de literatura que se hizo en Buenos Aires.

En honor al blog le pedí que realizara un poema sobre un libro que te lleva a un mundo aparte y en menos de diez minutos lo terminó.

Esto escribió:

SUENAN TAMBORES
CAEN MONTAÑAS
Y SE QUIEBRA LA ROCA
POR LA FUERZA BRUTA DEL VIENTO QUE LA EMPUJA
MI CIUDAD FLOTA
SOBRE UNA SUPERFICIE FLUCTUANTE
COLOR ROSA RADIOACTIVO
A LA QUE LOS ANTIGUOS LLAMAN “MAR”
Y ESTOS ANTIGUOS SON ESPECTROS DEL ANILLO
CUYOS DEDOS IZQUIERDOS SON UN GARFIO
Y UN ATARDECER EN LA CAMPIÑA INGLESA
QUE ME MIRA
A MIS OJOS DE SAMURAI CIEGO
TODO ESTO,
DIEZ PESOS EN UNA LIBRERÍA DE USADO
¿CUÁL ES TU EXCUSA?

El video:


Quería compartirlo con ustedes, porque a nosotros nos gustó muchisimo. Espero leer sus comentarios, un beso y hasta la próxima.

sábado, 3 de octubre de 2015

Festival Internacional de Literatura



Con el título de “Mitos del futuro próximo”, se desarrolló la séptima edición del Festival Internacional de Literatura (Filba) donde se encontraron 18 escritores del mundo y 50 autores locales. Aproximadamente 9.000 personas asistieron al evento en Buenos Aires, que junto con Montevideo y Santiago de Chile, fueron los lugares de encuentro.



      Dicen que para leer se necesita de tranquilidad. Quizás en eso pensaban los organizadores del Festival al elegir La Abadía de Belgrano como uno de los puntos de reunión para la literatura. Este espacio cultural estuvo abierto desde el 23 hasta el 29 de septiembre a escritores y lectores que compartieron charlas y lecturas.
     El festival literario del sábado 26 comenzó con una clase abierta sobre “El fin del libro” a las once de la mañana. Sin embargo, fueron en los horarios de las citas a la tarde donde acudieron más personas. Los organizadores, que corrían para todos lados, se chocaban entre sí a través de los estrechos pasillos de la Abadía, que sólo dejaban lugar para que dos personas caminen juntas, y guiaban a los invitados hacia las celdas, galerías y salas donde se llevaron a cabo las actividades para ese día.
     Uno de los lugares más frecuentados fue el nuevo jardín que daba vista a las torres y el reloj de una antigua iglesia, ubicada en la parte trasera. Allí, alrededor de diferentes plantas y estatuas, se sentaron a leer tanto mujeres como hombres. Los libros elegidos se encontraban en diferentes estados: algunos más nuevos con tapas luminosas, hojas prolijas, blancas. Otros con hojas amarillentas y títulos gastados que demostraban lo maltratados que estaban. Ambos formaban parte de la “Biblioteca abierta” de las galerías, que consistían en cambiar un libro por otro. De uno de los estantes, que en realidad eran las ventanas de la cafetería, una mujer con el cabello corto, castaño que intentaban ocultar sus canas, cumplió con la consigna y se llevó un libro de poesías por otro de cocina.
     También estaba la posibilidad de comprar libros, que en su mayoría pertenecían a los escritores locales e internacionales que participaron en esa séptima edición. Entre ellos, expuesto en una gran mesada al lado de otros libros en venta, se encontraba el de fantasía del chileno Mike Wilson, que a las cinco de la tarde participó en el panel de “Futuros fantásticos” junto con Mariana Enríquez y Germán Maggiori, ambos autores locales.
     La reunión se efectuó en un auditorio completamente blanco que estaba decorado con estatuas de santos en las paredes. Los asientos, que alargados y acomodados en filas dejaban espacio para veinte personas cada uno, completaban la imagen parecida al interior de una iglesia. Sin embargo, se efectuó una misa muy particular, porque cada escritor tenía su propia biblia, escrita por ellos mismos. De a uno, comenzaron a leer un pedacito de sus obras. Y como el tema de ese día, era la ciencia ficción y lo fantástico, los relatos se parecían al apocalipsis. Al final, para cortar con lo fantasioso, terminaron la reunión con realismo: “yo creo que confundimos la representación de algo verosímil, con realismo y lo otro es algo más periodístico”, aseguró Mike. Mientras tanto, en el mismo horario, se realizó una entrevista a la escritora internacional Sissel-Jo Gazan en la sala PB.
     Otra de las actividades destacadas de ese día fue la “Poesía delivery”. A partir de las seis de la tarde, tres poetas se instalaron en las galerías para comenzar con su trabajo. Quienes pasaban por allí formaron fila para obtener la poesía a pedido. “Una frase, una palabra o un nombre y te llevas un poema con eso”, explicó el más joven de los tres, vestido de chaleco negro y camisa blanca.
     Dicen que para leer, necesitas de tranquilidad y la gran biblioteca en lo que por un tiempo se convirtió la Abadía, cumplió con eso el sábado. En silencio y entre susurros, como fue durante toda la jornada, las personas se despidieron del lugar luego del último evento a las once de la noche.